martes, 11 de junio de 2013

Haciendo radio peruana desde 1994 en Buenos Aires, Argentina

Nuestros inicios inolvidables ...






Falso Nacionalismo y desinformación pública
Hay peruanos que no quieren ser peruanos.
Hay peruanos que quieren ser peruanos.
Hay peruanos que sufren discriminación
Hay peruanos que luchan contra la discriminación.
Hay peruanos que matan.
Hay peruanos que salvan vidas.
Hay peruanos que estudian.
Hay peruanos que trabajan.
Hay peruanos que estafan.
Hay peruanos que crean cultura.
Hay peruanos que luchan por ideales
Hay peruanos que viven ricos.
Hay peruanos que viven pobres.
Hay peruanos que rezan a Dios.
Hay peruanos que no creen en El.
Hay peruanos egoístas y que envidian.
Hay peruanos solidarios y desinteresados.
Hay peruanos que son genios.
Hay peruanos que son tontos.
La lista es interminable. La novedad es que a partir de escándalos, pleitos, desinformaciones  y diferencias, mucha gente fuera del país se entera de que hay peruanos que no quieren ser peruanos. O, para ser precisos, peruanos que matan al Perú.
¿Pero acaso los peruanos no tenemos raíces comunes? La mayoría (¿o la minoría?) pareciese que no lo sabe. Otros parece que tuvieron experiencias de vida diferentes. Perú es un país multicultural. Además es una democracia. Hay libertad de prensa en Perú. Hay escuelas en Perú. Y también hay atentados que matan la peruanidad día a día.  Se crece pisando cabezas. Víctimas de ser peruanos cholos o peruanos gringos. Peruanos sin plata o peruanos con plata. Peruanos con educación y sin educación. Todos son víctimas de falsos discursos nacionalistas que seducen, dividen y matan la nación.
¿La ignorancia de no reconocernos justifica matar la peruanidad? Nunca. La ignorancia no justifica el error. Simplemente lo provoca. Esto es así, siempre. Donde no hay conocimiento hay errores. Auto-discriminarnos es un horror, agigantado en la publicidad ganada por la mala imagen que presentan algunos malvivientes, falsos profesionales, informales comunicadores o improvisados empresarios. Si hay otros que engañan, nosotros también, si se puede vivir de lo fácil, de lo regalado, de la caridad, de la “viveza criolla” se naturaliza la acción. No importa nada. Solo resaltar. Y cuando hay problemas siempre improvisar.
Veamos un pequeño hecho, que sirve como muestra. Un locutor denuncia contra todo lo que no le conviene, despotricando sin medida en “defensa de la colectividad”. ¿Sabrá lo que es la cultura del Perú? ¿Será la cultura del Perú hablar bien de los que le pagan por publicitar y mal de los que no? No será mejor informarse primero y dar el ejemplo de apostar por lo nuestro. Trabajar de "denunciador profesional" puede resultar un excelente negocio. Además de una disfrazada lacra. Mientras tanto muchos peruanos de buena fe no terminan de entender que pasa.
Algo no está bien con nosotros en Argentina, conciudadanos. Y las promesas de integrar a peruanos en el exterior por parte del estado peruano están cada vez mas demoradas y lejanas. Por ejemplo, hoy amplios sectores de la colectividad sufren el problema de un dólar elevado para poder enviar remesas  a sus familiares, Y no hay quien defienda ese derecho. Necesitamos revitalizar nuestras instituciones, retomar el camino de la integración para  reiniciar un trabajo que desarrolle a nuestra colectividad en Argentina. Capacidad y experiencia tenemos suficiente en los diversos sectores y gremios: institucionales, profesionales, comerciales, sociales, artísticos, laborales, etc.
Por eso es tiempo de poner las cosas en su lugar: es tiempo de oportunidades, no de oportunistas. Tenemos problemas y aspiraciones, pero no hay que perder los principios y valores, si es que alguna vez los aprendimos. ¿Dónde habrá quedado el respeto a las personas y el cuidado al realizar proyectos? No nos confundamos: No entraremos en campañas contra los de otro pensar, ni con otros grupos. Estamos en campaña contra los desastres que han producido tantos corruptos, tantos incapaces, tantos mentirosos y  tantos informales comunicadores, que buscan aprovechar su momento, a expensas de otro. Que no nos representan y que matan lo peruano.
Hermano: construyamos ahora una vida mejor. Escuchémonos. Ser buen peruano sabemos que es otra cosa, no diferente a ser buen argentino o a ser auténticamente humano. Sin categorías. Para nosotros, para nuestra posteridad y además de levantar la cansada y humillada cerviz, juremos con plena gloria morir.

Gustavo Huayre
Director

gustavohuayre@choloconche.com.ar

www.choloconche.com