martes, 26 de agosto de 2014

EDITORIAL Argentina: “Delincuentes extranjeros”

Desde 1987 cuando llegué por un intercambio estudiantil a Argentina, aprendí a amar este país como al mío y a comprometerme a trabajar porque sea más justo y solidario, valores forjados en la patria sin bandera que es la familia. Pasamos varias crisis y conforme a nuestra experiencia y madurez fuimos testigos del retroceso en muchos aspectos. Había quedado atrás una sociedad de mucho respeto y cordialidad, de muchas industrias con productos “made in Argentina”; había sido el ejemplo para el continente por muchas décadas.
Siempre las promesas de la clase política de los diversos gobiernos terminaron relegando a las clases medias y trabajadoras además del grave aumento de la corrupción de dirigentes y autoridades. Esto pasa acá y también allá. Algunos años de estabilidad, algunos paliativos y planes temporales que generan el clientelismo; leyes demoradas que deberían ser por derecho promulgadas terminan siendo “victorias” de gobiernos. Y así parece escribirse una triste historia. Y aparecen las culpas, las divisiones y los enfrentamientos. La desunión.
No es nuevo en los últimos años que el gobierno argentino eche culpas a otras personas para no hacerse cargo de sus responsabilidades. Lo dijo el senador del oficialista Frente para la Victoria Miguel Angel Pichetto y en los últimos días Sergio Berni: "Les pido a los legisladores que le den herramientas ágiles a la Justicia para que cuando detengamos delincuentes extranjeros que vienen a la Argentina a delinquir salgan del país y no puedan entrar nunca más". La Ministra de Seguridad, María Cecilia Rodríguez, aseguró que la cifra de extranjeros vinculados al delito en Argentina llega al 19% en el último semestre. Cifra que es falsa pues señala que de 100 delitos 20 son de extranjeros y es fácil comprobar en las crónicas policiales diarias que no es verdad. De todas formas el delincuente sea peruano, colombiano o argentino, es delincuente mas allá de su origen y debe ser castigado.
Algunos datos: la delincuencia que compromete a extranjeros es del 6%, de acuerdo a un informe de la Comisión Bicameral de Seguridad Interior, con el aporte de datos la Procuración Penitenciaria de la Nación y de la Oficina Nacional de Migraciones. Las estadísticas desmienten que los inmigrantes cometan más delitos que los argentinos. Incluso hay más presos argentinos en Bolivia, Paraguay, Uruguay que ciudadanos de esas nacionalidades encarcelados en Argentina. Esto es por la corrupción en las fronteras y en las policías locales. Lamentablemente es un secreto a voces saber que en muchos barrios se comenten delitos y la policía parece “mirar” para otro lado. Es peligroso el discurso oficial, porque divide e incrementa la xenofobia y el odio por los extranjeros. Berni insiste pero no es nuevo. En el 2012 culpó por el narcotráfico en Argentina a peruanos y paraguayos. Ello provocó la inmediata reacción de diversos legisladores, que lo acusaron de xenófobo. "Ahora la responsabilidad de la inseguridad se la quieren ligar a los extranjeros", dijo la diputada Victoria Donda, del Frente Progresista. En años anteriores diplomáticos como un ex Embajador de Perú y otro de Colombia Carlos Rodado Noriega, señalaron, sin desconocer a la minoría que delinque, lo peligroso que es enlodar reiteradamente a los inmigrantes que viene a estudiar, trabajar y a aportar a la sociedad que los recibe.
Lamentablemente el aumento de los planes sociales, el servicio gratuito de salud y las universidades con ingreso irrestricto son motivos suficientes para atraer a sectores indigentes. Así como la informalidad y la corrupción atrae a la gente de mal vivir. La delincuencia se debe combatir con todo el peso de las leyes locales lejos del grave problema que es la corrupción policial y política. No es diferente un ladrón hombre que una mujer; un ampón de River o de Boca; un delincuente Pérez que un Chávez; los delincuentes son delincuentes más allá de la nacionalidad. Nadie los quiere en ningún país. Pero es de muy mala fe relacionarlos con la inmigración extranjera reiteradamente y pero aún si se es un dirigente que bien sabe lo dice o hace. Estas viles declaraciones son a todas luces con claros propósitos.
Seguir dividiendo, seguir separándonos, seguir enfrentando a diversos sectores sociales no contribuye a encontrar juntos soluciones a problemas comunes. No aclara un mejor panorama para nuestras familias y para nuestros hijos. Es hora de tirar para el mismo lado y salir juntos para cambiar la historia. Cholo con Che seguirá creando espacios de encuentro y de sano debate. Tenemos mucho por aportar, aprender y hacer.
Gustavo Huayre
Director

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