miércoles, 13 de agosto de 2014

Editorial ** : Peruanos contra Peruanos
Hay peruanos que no quieren ser peruanos.
Hay peruanos que quieren ser peruanos.
Hay peruanos que sufren discriminación
Hay peruanos que luchan contra la discriminación.
Hay peruanos que matan.
Hay peruanos que salvan vidas.
Hay peruanos que estudian.
Hay peruanos que trabajan.
Hay peruanos que estafan.
Hay peruanos que crean cultura.
Hay peruanos que luchan por ideales
Hay peruanos que viven ricos.
Hay peruanos que viven pobres.
Hay peruanos que rezan a Dios.
Hay peruanos que no creen en El.
Hay peruanos que envidian.
Hay peruanos solidarios y desinteresados.
Hay peruanos que son genios.
Hay peruanos que son tontos.
La lista es interminable. La novedad es que a partir de escándalos, pleitos y diferencias, mucha gente fuera del país se entera de que hay peruanos que no quieren ser peruanos. O, para ser precisos, peruanos que matan al Perú.
¿Pero acaso los peruanos no tenemos raíces comunes? La mayoría (¿o la minoría?) pareciese que no lo sabe. Otros parece que tuvieron experiencias de vida diferentes. Perú es un país multicultural. Además es una democracia. Hay libertad de prensa en Perú. Hay escuelas en Perú. Y también hay atentados que matan la peruanidad día a día. Se crece pisando cabezas. Víctimas de ser peruanos cholos o peruanos gringos. Peruanos sin plata o peruanos con plata. Peruanos con educación y sin educación. Todos son víctimas de falsos discursos nacionalistas que seducen, dividen y matan la nación.
¿La ignorancia de no reconocernos justifica matar la peruanidad? Nunca. La ignorancia no justifica el error. Simplemente lo provoca. Esto es así, siempre. Donde no hay conocimiento hay errores. Auto-discriminarnos es un horror, agigantado por la propaganda ganada por la mala imagen que presentan algunos malvivientes, falsos profesionales, informales comunicadores sin ética o improvisados empresarios. Descripto en términos absurdos (“Nos defraudaron”, “somos los únicos”, “somos los primeros”,”son de cuarta”, “lame-botas” etc, etc ), exhiben lo mas pobre de nuestro ser. Si hay otros que engañan, nosotros también, si se puede vivir de lo fácil, de lo regalado, de la caridad, de la “viveza criolla” se naturaliza la acción. No importa nada. Solo resaltar. Sólo “llamar la atención".
Veamos un hecho pequeño, que sirve como muestra. Un locutor denuncia a “aquellos mercaderes que lucran con la cultura del Perú”. ¿sabrá lo que es la cultura del Perú? ¿Será la cultura del Perú hablar bien de los que le pagan por publicitar y mal de los que no? No será mejor informarse primero y dar el ejemplo de apostar por lo nuestro. Trabajar de "denunciador profesional" puede resultar un excelente negocio. Además de una disfrazada lacra. Mientras tanto muchos peruanos de buena fe no terminan de entender que pasa.
Algo no esta bien con nosotros en Argentina, conciudadanos. Por eso es tiempo de poner las cosas en su lugar: es tiempo de oportunidades, no de oportunistas. Tenemos problemas y aspiraciones todos, pero no hay que perder los principios y valores, si es que alguna vez los aprendimos. Donde habrá quedado el respeto a las personas y el cuidado al realizar proyectos. No nos confundamos: No entraremos en campañas contra los de otro pensar, ni con otros grupos. Estamos en campaña contra los desastres que han producido tantos corruptos, tantos incapaces, tantos mentirosos y tantos informales, que buscan aprovechar su momento, a expensas de otro. Que matan lo peruano disfrazados de victimas, algunos hasta mal usando el derecho de la libertad de expresión.
Hermano peruano: construyamos ahora una vida mejor. Escuchémonos. Ser buen peruano sabemos que es otra cosa, no diferente a ser buen argentino o a ser auténticamente humano. Sin categorías. Para nosotros, para nuestra posteridad y además de levantar la cansada y humillada cerviz, juremos con plena gloria morir.
Gustavo Huayre
Director
** Editorial Agosto del 2007, lamentablemente vigente ...

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